Quería aprehenderte y construir para ti un castillo
Y no sabía si rubí o diamante fuerte era tu preferido.
Regalarte quise un vestido, no de hilo, no sino de
Seda, con capa y bordado con hebras de oro fino.
Pero entonces me fije en tus ojos y vi lo hermosos
Que eran y fijé en ellos mi meta y mi destino.
¿Qué regalo para ellos sería digno de ser visto?
¿Qué preciosa mirada te robarían sin castigo?
Y fuiste tú la que al mirarme me diste alternativas:
De ser por tus ojos hecho digno hombre de amar.
De hacer que mi cuerpo creyera en la red de su deseo.
De tener pese a todo y con ganas la ilusión de poseer.
Me elegiste cuando diste a tu mirada…otro amor
y a este amor un mar en el cual pudiese navegar.
y a este amor un mar en el cual pudiese navegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario