lunes, 7 de marzo de 2011

MIMAR

Todo comenzó en un instante, en un frío momento.               La línea del tiempo por fin se abrió.                                      Este caballero y su triste figura se enamoraron de ti.          Iluso, a caballo de su emoción y su inspiración,                  Esta batalla por ti no quiero perder yo

He inventado un nombre para un país de afecto inconcluso.
Soy caballero andante de profusos laberintos.
En cada camino dejó un canto y en cada mujer
Un hijo de mis sentidos. No será de nadie esta honra
Sino de tus amores y tu poderoso hechizo.

Y no es mujer cualquiera aquella que ha cautivado el
Corazón desconfiado y herido. Un bálsamo de esencial
Amor escondido y un perfume de corazón comprometido.
Eso ofreciste, oh mar, mimar del eco repetido.

Y no es cualquier mujer la que se entrega con una razón
Y con todos los sentidos. A ti será a quien entregue el caudal
De mi impetuoso río. Y te arrastraré en mi ola, en mi ola
Que no es otra que la que te trajo a mi vida como un rubí florecido.













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